VIII
Juegos Centroamericanos
CODICADER 2003
Tegucigalpa, Honduras, 13 al 17 de Octubre de 2003.
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Adelante: MIF Nayda Avalos, Gabriela Meléndez, MFF Ada Castaneda, Gabriela Avelar, Azalea Castro, José Martell, Gustavo Zelaya (asistente). Atrás: MF Lemnys Arias (entrenador), Alex Cruz, Jorge Ancheta, Carlos Sermeño, Rafael Góchez (delegado), Valmore Escamila, M.I. Héctor Leyva (entrenador).
COMENTARIO GENERAL
Con la presencia de la selección del estado de Yucatán, México, el evento CODICADER 2003 lucía con más nivel competitivo, por lo que el pronóstico de medallas dado por el M.I. Héctor Leyva (7) parecía algo elevado. No obstante, a partir del éxito en los recientes Campeonatos Centroamericanos por edades (San José, Costa Rica), El Salvador estaba para pelear por el primer lugar, toda vez se hicieran las cosas correctamente.
El equipo femenino tuvo la oportunidad de reivindicarse del ridículo del año pasado en Guatemala y lo logró con claridad, elegancia, contundencia y belleza, ganando todos sus "matches" y, de paso, bajando de la nube a las fuertes mexicanas, ante quienes demostraron su valía.
El equipo masculino -si bien empató en el primer lugar con los aztecas y, por lo tanto, quedó como el mejor centroamericano- malogró sus posibilidades de ir a más con terribles (e increíbles) errores de todos sus tableros, especialmente los tres "auto-mates" frente a Guatemala y México, todavía no entendemos si por exceso de confianza, nervios descontrolados, falta de combustible o misterios insondables del universo.
Ante el INDES, los resultados se ven bien: primer lugar global con 5 preseas de oro, recuperación de la hegemonía femenina y, en cierto sentido, ratificación de la masculina. No obstante, hay que plantear cambios fundamentales en el mecanismo de selección, a fin de minimizar, en lo posible, estos yerros que ensombrecen un poco nuestra celebración.
COMENTARIO POR JUGADORES
Valmore Escamilla: Como Campeón Centroamericano Sub-18 le correspondía el primer tablero. Comenzó administrando muy mal su tiempo y perdiendo ante el panameño Madrid, luego se recuperó con el MF tico Carvajal y el hondureño García, pero cayó con el chapín Quiñónez y el MF León Hoyos, de México, para finalizar con victoria sobre el jovencito nicaragüense Castillo. De alguna manera, quedó en deuda y padeció del "síndrome post-campeonato", mostrando una ligera baja de nivel luego de un logro importante, aunque no se le puede reprochar por su combatividad, que siempre estuvo en alto.
José Martell: Al igual que en el Centroamericano Sub-16, estando en la cúspide cayó estrepitosamente con Guatemala y no se recuperó ante México. Es un jugador muy irregular, capaz de sorprender a cualquiera, tanto por lo alto como por lo bajo. Debe cambiar de actitud, dejarse ayudar y no creerse tan autosuficiente.
Jorge Ancheta: Ganó sus 4 partidos, suficientes para asegurar su medalla individual. Quizá le afectaron los errores de sus compañeros, pero es extraño que haya perdido malamente ante México, derrota que no le restaba posibilidades de oro en su tablero. Otro misterio, quizá mucho relajamiento, quizá mucha decepción arrastrada de la mañana fatal contra los chapines. Al final, el único oro que aportó la jornada para el masculino.
Carlos Sermeño: Había dado la gran sorpresa en el Centroamericano U-16 y comenzó con 2 de 2, pero inesperadamente perdió la confianza en sí mismo después del "auto-mate" contra el guatemalteco Laynez, si bien ganó al mexicano Barguez, se empantanó en sus nervios contra el niño nicaragüense Alarcón, a quien no pudo derrotar, y entró al desempate "blitz", donde todavía quedó 1-1 pero no pudo rematar y perdió en la "muerte súbita". El trabajo para dominar sus nervios debe ser fundamental para próximos eventos.
Alex Cruz: Ubicado estratégicamente como suplente, logró los sufridos 2 de 2 que necesitaba, pero falló en el desempate "blitz", donde todo puede pasar. Aportó, pero hubiera sido mejor contar con la fuerza que de él se esperaba, merced al tiempo que tiene como jugador activo.
MIF Nayda Avalos: Otro comienzo temeroso ante la panameña Raisa Barria, quien le había arrebatado el oro en Guatemala 2002. Luego entonó y trató de mostrar su jerarquía ante la mexicana Margarita Cardeña, de gran nivel y experiencia, a quien necesitaba derrotar pero sólo alcanzó para el tablas. Puso todo de sí en el momento del juego, pero olvidó que los grandes triunfos se construyen paso a paso en los entrenos, de los que permaneció mucho tiempo alejada. De cualquier forma, cumplió con el equipo y aportó seguridad para el triunfo.
MFF Ada Castaneda: Otra víctima del "síndrome post-campeonato", se derrotó a sí misma ante la panameña Yaribeth González al solo sentarse en la primera ronda; luego, tuvo la mala suerte de caer en una posición imprevisible ante la tica Sofía Lowsky, hundiéndose en una crisis emotiva de la que no salió sino hasta tres rondas después, cuando se sintió tocada en su orgullo y tuvo para ganarle a la MIF Claudinelly Ancheita, de México, pero faltó inteligencia para usar el reloj y al final fue tablas. Si aprende de esta experiencia y corrije sus errores emotivos, puede seguir aspirando a grandes logros internacionales.
Gabriela Avelar: Ahora sí demostró que han valido la pena todos estos años de esfuerzo y dedicación. Lució muy segura, lejos del llanto fácil de épocas pasadas, se vengó de la tica Betsi Fallas y su tablas ante la mexicana Ibarra fue clave para ganar ese "match". Nos alegramos, porque ahora sí parece que la "pequeña Gabrielita" va tomando forma.
Azalea Castro: Serenidad, confianza, frialdad... tiene rasgos como para ver en ella a una futura maestra: 4 de 4, sólo dejó de jugar por razones estratégicas, bien pudieron ser 6 de 6, oro merecido.
Gabriela Meléndez: Una fierita en el tablero suplente, con hambre de triunfo, sus partidas no fueron un dechado de técnica pero el ánimo y la combatividad suplieron los errorcillos de esta Campeona Centroamericana Sub-12, que enloquece cuando no juega. 3 de 3, suficientes para el quinto oro, decisivo para poner a El Salvador al tope del medallero.